La Inteligencia Artificial como desafío y no como enemigo

La Inteligencia Artificial como desafío y no como enemigo

 

 

Por Horacio Granero

 

 

 

 

El presente número del Suplemento lo hemos dedicado a la Inteligencia Artificial Generativa y el impacto que ha traído en todos los ámbitos, particularmente en el jurídico por las implicancias que genera, no habiendo dudas que está transformando la forma de ejercer la profesión legal y se plantean al respecto, preguntas sobre el impacto de esta tecnología en el trabajo de los abogados.

 

Mucho se ha hablado recientemente de los peligros que su implementación en la sociedad puede generar y hasta se ha hablado de la posible desaparición de la humanidad por efecto de su uso indiscriminado, lo cual no se sabe a ciencia cierta si podrá o no ocurrir. Por el momento preferimos ocuparnos de los beneficios que los humanos podemos obtener de su -correcta- aplicación, al menos en el ámbito de nuestra profesión.

 

En primer lugar, no hay dudas que liberará tiempo para que los abogados se enfoquen en tareas más creativas, personalizadas e innovadoras, lo que aumentará su experiencia y valor, pudiendo automatizar tareas como buscar y alinear términos, encontrar precedentes y aún generar nuevas teorías legales, lo que permitirá a los profesionales a centrarse en el desarrollo de argumentos y soluciones más sólidas. Ilona Logvinova, de Mackinsey, por ejemplo, propugna resaltar la importancia de los abogados como pilotos reflexivos que trabajen en colaboración con las herramientas de IA generativa, evitando el sesgo de automatización y garantizando una supervisión adecuada, a cuyo fin destaca la necesidad de un cambio en la capacitación legal, alentando a los abogados a aprender de las máquinas y entrenarlas para que sean copilotos efectivos, alentando la posibilidad que los abogados deben desarrollar habilidades de pensamiento de diseño para formular preguntas efectivas a la tecnología de IA y obtener respuestas óptimas.^[1]

 

La IA generativa es sin dudas una oportunidad para mejorar la práctica legal y convertir a los abogados en asesores más completos y creativos y para ello debe adoptar un enfoque proactivo y creativo con estas nuevas herramientas diseñando estrategias atractivas y efectivas para abordar los problemas legales, colocando al cliente en el centro del trabajo y enmarcando la declaración del problema desde una perspectiva de empatía y especificidad. El diseño de esta nueva estrategia de trabajo centrado en el ser humano es crucial para abordar los problemas de manera efectiva y obtener las mejores respuestas a las preguntas específicas, por lo que será necesario aprender a desarrollar habilidades de ingeniería rápida y diseño rápido para formular preguntas adecuadas y obtener resultados óptimos.

 

Los abogados no deben ser considerados como algo obsoleto con la llegada de la IA generativa, sino que tienen la oportunidad de ser más creativos y mejorar su profesión, siendo necesario adoptar una mentalidad de crecimiento y abrazar la tecnología como una herramienta para mejorar su práctica y brindar un valor aún mayor a sus clientes.

 

El impacto transformador de la IA generativa en la abogacía obliga a la necesidad de adaptarse y aprovechar las oportunidades que brinda la tecnología, superando las preocupaciones sobre el futuro de la profesión a través de una perspectiva optimista al destacar la importancia de habilidades como el pensamiento de diseño y la capacidad de interactuar con la IA generativa de manera efectiva.

 

Yendo a los miedos comentados al inicio de esta Editorial decidimos preguntarle a una de las Inteligencias Artificiales Generativas, el ChatGPT “A tu criterio piensas que el uso del ChatGPT podría en algún momento representar el fin de la humanidad y que la inteligencia artificial supere al hombre?” a lo que nos contestó en forma inmediata “El tema de si la inteligencia artificial (IA) podría algún día superar al ser humano y representar un riesgo para la humanidad es objeto de debate y preocupación en la comunidad científica y tecnológica. Hay diversas opiniones al respecto, y las posiciones varían desde el optimismo hasta la preocupación extrema. Algunos expertos creen que la IA tiene el potencial de mejorar significativamente la calidad de vida humana, resolver problemas complejos y ayudar en diversos campos, como la medicina, la ciencia y la sostenibilidad. Además, con un enfoque ético y una gobernanza adecuada, la IA puede ser una herramienta valiosa para la sociedad. Por otro lado, existen preocupaciones legítimas sobre los riesgos asociados con un desarrollo incontrolado o malintencionado de la inteligencia artificial. Si se llegara a desarrollar una IA superinteligente y fuera utilizada sin supervisión adecuada, podría plantear desafíos significativos, como el reemplazo de ciertos trabajos, la toma de decisiones autónomas que podrían ser perjudiciales y la posibilidad de aumentar la desigualdad en la sociedad. Para abordar estos riesgos, muchos expertos abogan por una gobernanza responsable y regulaciones adecuadas que guíen el desarrollo de la IA y aseguren su beneficio para la humanidad en lugar de su detrimento. El debate ético y las consideraciones sobre la seguridad deben ser prioridades en la investigación y el desarrollo de la IA”.

 

Por último, nos indicó -con un dejo de sabiduría sin lugar a dudas- que “En última instancia, el futuro de la inteligencia artificial y su relación con la humanidad depende en gran medida de cómo la sociedad decide utilizar y regular esta tecnología en constante evolución. La clave es encontrar un equilibrio entre el progreso tecnológico y la preservación de los valores humanos fundamentales”. ^[2]

 

Con ese espíritu, en este número publicamos un artículo titulado “Inteligencia artificial en el sector público. análisis de la Disposición 2/23” a cargo de los Dres. Juan Darío Veltani y Macarena Belén Mansilla, otro sobre “Inteligencia Artificial y nuevos modelos regulatorios de los medios de comunicación” a cargo del Dr. Ricardo Porto, un tercero titulado “Implicancias de la Inteligencia Artificial en la Protección de Datos Personales” a cargo del Dr. Mariano Peruzzotti y por último un interesante artículo sobre “Efectos jurídicos del lenguaje digital” cargo del Dr. Fernando Tomeo. En la parte normativa publicamos la Ley Peruana de Inteligencia Artificial, si bien aún no contamos con la reglamentación de la misma. Por último, publicamos un video donde, el pasado 21 de junio 2023, fui invitado a exponer sobre el tema “Sistemas Inteligentes predictivos: ¿Ya están con nosotros?" en la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires.

 

Esperamos que este Suplemento sea de su agrado y aguardamos sus opiniones al respecto.

 

 

 

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